El término “comida chatarra” se usa para describir los alimentos con poca cantidad de los nutrientes que el cuerpo necesita y con un alto contenido de grasa, azúcar y sal, elementos que el cuerpo puede obtener en exceso con mucha facilidad. Las papas fritas, las golosinas y las bebidas con gas suelen considerarse comida chatarra.
CAMPAÑAS CONTRA LA
COMIDA CHATARRA
Si la tendencia es la de adelgazar y evitar los problemas de obesidad y sobrepeso, vale decir que ésta no sólo existe en el plano doméstico e individual, y que cada vez adopta magnitud más prominente, y a nivel mundial no son pocas las iniciativas para promover la lucha contra la obesidad.
Pero la obesidad no es el único daño que ocasiona este tipo de comida, ya que también vienen de la mano; Las enfermedades por malos hábitos alimenticios son: la esofagitis puede presentarse por infección causada por virus, como herpes o gérmenes que aprovechan baja de defensas del organismo del paciente; la diabetes, considerada un síndrome caracterizado por la acumulación excesiva de glucosa en la sangre, debido al deterioro absoluto o parcial de la secreción y acción de la hormona insulina; el hipotiroidismo, si la glándula tiroides —ubicada en el cuello— no funciona adecuadamente genera escasa cantidad de hormonas; la insuficiencia renal, cuando el riñón pierde la capacidad de eliminar residuos y toxinas de la sangre, concentrar orina y conservar sales minerales; el lupus, que se debe al mal funcionamiento del sistema inmunológico, el propio organismo ataca a órganos importantes, como corazón, riñones y pulmones, pero sobre todo a articulaciones, provocándoles inflamación y desgaste.
Debido a los múltiples daños que causa este tipo de comida el gobierno y asociaciones se han propuesto acabar con este problema.
EL ALIADO DE LA COMIDA CHATARRA
Más de 50 grupos de defensa de la salud del consumidor a nivel mundial tienen una campaña contra la comida chatarra, la cual se dirige a aniquilar al principal móvil que la vuelve tan popular: la publicidad.
Lo que se propone esta campaña es derribar la exagerada invasión de los medios masivos de comunicación que la industria de la comida chatarra viene realizando, para así cortar con la creciente aceptación que las distintas sociedades de todo el mundo mantienen a favor de este tipo de alimentos tan poco saludables.
"Retamos a los gigantes de la industria de alimentos y bebidas a que respalden nuestra campaña y demuestren que realmente quiere se parte de la solución y no del problema", subrayó Phillip James, presidente del Grupo de Trabajo Internacional contra la Obesidad.
DE COMIDA "CHATARRA"
La falta de una legislación sobre la mercadotecnia de productos ricos en carbohidratos en medios masivos de comunicación contribuye a los problemas de obesidad y sobrepeso en la entidad, aseguró el especialista, Gabriel Rosado Triay.
El presidente del Consejo Municipal de Salud en esta frontera dijo que ante esta acción, diversos grupos de médicos y organismos dedicados a difundir programas y acciones para combatir esta problemática, pugnan por que los diputados y senadores legislen los mensajes de productos ''chatarra''.
''Estamos plagados en los medios de comunicación de mensajes dirigidos a los niños y jóvenes que invitan al consumo de productos altos en carbohidratos, por lo que se debe tomar en consideración que este grupo no tiene la capacidad de decidir y se convierte en presa fácil'', dijo.
El especialista agregó que ante el aumento en los índices de obesidad y sobrepeso, se requiere que los diputados y senadores sean partícipes de la solución y que se empiece por legislar en contra de la mercadotecnia indiscriminada de este tipo de alimentos (...).
EL IMPARCIAL, 8 de octubre del 2011
http://www.elimparcial.com/EdicionEnLinea/Notas/Nacional/08102011/546584.aspx
LA COMIDA CHATARRA EN MÉXICO
La comida chatarra forma parte de nuestro bagaje cultural y de nuestras tradiciones, pero debido al proceso de elaboración y la falta de higiene, también es causa importante de los más comunes problemas de salud de los mexicanos. De manera particular aquellos platillos que, según el ideario mexicano, aportan la llamada vitamina T, entre los que se encuentran los tacos, las tortas, los tamales, las tostadas, los totopos, las tortillas, los tlacoyos y las teleras.
Los mexicanos preferimos alimentos procesados industrialmente, que adicionan a nuestra dieta altas cantidades de grasas, azúcar y sal, en vez de alimentos naturales.
Esas malas decisiones se toman, en cierta medida, por la sobreexposición a la publicidad que padecemos todos los días y lo poco críticos que somos a la hora de recibir esa publicidad. El estilo de vida de los mexicanos ha cambiado, y, en materia de alimentación, se prefiere lo rápido en vez de lo mejor y más sano.
Los mexicanos no buscamos información. Si investigáramos un poco sabríamos de la calidad de los productos, que no siempre tienen lo que uno cree; o, por ejemplo, que hay sopas que no tienen absolutamente nada de nutritivo ni de sano, y cuyo consumo frecuente sólo puede acarrear sobrepeso.
En promedio, los mexicanos comemos un máximo de 72 gramos de frutas y 56 gramos de verduras al día, cuando la ingesta recomendable es de 600 gramos de fruta y 800 de verdura diariamente.
Los niños ingieren más alimentos de los que sus cuerpos requieren y olvidamos enseñarles que el agua es el líquido más recomendable. Por eso ocupamos el primer lugar mundial en consumo de refrescos per cápita, con un promedio anual de 456 latas por persona. En los últimos 14 años, la ingestión de refrescos ha crecido más de 37%; el consumo de frutas y verduras ha bajado casi 30%.
Comemos mal y el sedentarismo crece. En las escuelas, los niños dedican nueve minutos semanales a la actividad física moderada o intensa, en vez de los 45 necesarios. Durante el recreo, cinco de cada 10 niños prefieren un dulce, y cuatro más, una fritura acompañada de una bebida azucarada. En las tardes, más de 10 millones de niños y adolescentes entre 10 y 19 años pasan un mínimo de dos horas diarias frente a la televisión.
Con esas conductas no es extraño tener una epidemia de obesidad, pues 7 de cada 10 connacionales mayores de 15 años padecen sobrepeso u obesidad, y todos ellos se encuentran en riesgo de desarrollar padecimientos circulatorios, diabetes e incluso algunos tipos de cáncer.
Estudios sobre hábitos alimenticios realizados recientemente, revelan que ocho de cada diez mexicanos no comen balanceadamente y la mayoría de lo que consumen es alimento chatarra.
PROHIBICIÓN DE LA COMIDA CHATARRA
EN LAS ESCUELAS
¿Te imaginas al ejército persiguiendo a la doña de los churritos?
El cuatro de noviembre del 2010 el senado aprobó la LEY ANTIOBESIDAD en la que se prohíben en escuelas la publicidad, venta y comercialización de alimentos y bebidas con bajo contenido nutricional y alto contenido en grasas, sales y azúcares, y aunque son muchas las escuelas que no cumplen con estos señalamientos, la SEC advierte de las consecuencias de infringir esta ley.
El director de esta dependencia reveló que una persona ya fue sancionada y perdió su concesión por no acatar las reglas y continuar con la venta de alimentos “chatarra”, por lo que fue denunciada y se tomaron medidas en su contra.
“A una vendedora de una tienda de San Luis Río Colorado se le retiró la concesión porque tenía frituras y dulces en su local en una primaria”, comentó el funcionario.
Debemos estar conscientes de que la comida chatarra no sólo se vende en las escuelas, donde los niños pasan alrededor de 5 horas al día; también se vende en la tiendita de la esquina, en el supermercado y en muchos lugares más. Lo importante es conocer dónde y cuándo se consume esta comida.
La solución no es prohibir cosas, debemos cuidar la alimentación, educarnos y dar estímulos a la población.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Tomar conciencia, difundir esta información y si somos consumidores de este tipo de alimentos ir cambiando los hábitos alimenticios no saludables, por comidas más sanas.
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